Editorial

lunes, 2 de noviembre de 2009

(Noviembre) Año 1 No. 2

A 49 AÑOS DEL CRIMEN DE LAS MARIPOSAS

“Las mariposas perdieron sus alas, pero no su coraje”

Julia Álvarez

Las heroínas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal Reyes fueron las grandes héroes de la lucha antitrujillista. La historia de la mujer dominicana se reescribió de nuevo a partir de ese funesto 25 de noviembre de 1960, cuando fueron asesinadas junto a Rufino de la Cruz.

Este hecho conmocionó a todo el país. La fortaleza de sus espíritus y sus voluntades de acero, envuelven sus nombres en un altar por la valentía que exhibieron, oponiéndose al monarca sin corona, al sátrapa infernal, Rafael Leónidas Trujillo, el más cruel y sanguinario de los dictadores dominicanos.

Aquellas Mariposas serán siempre recordadas como símbolo de dignidad y decoro inmoladas por la libertad del pueblo dominicano.

Elogiemos todos juntos este nuevo aniversario; pensemos hoy, mañana y siempre en su acción íntegra que perdurará invariable en los corazones dominicanos. Las páginas de gloria que escribieron con su modelo libertario, no han concluido. El pueblo derramó sus lágrimas para que hoy disfrutemos de la democracia y alabemos con júbilo el día de Lucha Contra la No Violencia a la Mujer.

Agradecimiento

Nos sentimos altamente satisfechos con la acogida que hemos recibido de parte de ustedes amigos lectores. Para nosotros su reconocimiento nos obliga a ser mejor cada día, con los contenidos propuestos para motivar a su lectura.

Alquiler de espacios



El centro de Inventario trabajando para ofrecer un mejor servicio a sus usuarios, pone a su disposición el alquiler de salones para actividades sociales, cualquier información comunicarse al Centro.

Sabía Qué?...


El día de los muertos en el Cementerio Máximo Gómez.

Por: Soraya Aracena

El día dos de noviembre de cada año, en República Dominicana, se conmemora la fecha consagrada a los fieles difuntos. Para la ocasión los familiares de los difuntos que se encuentran enterrados en el Campo Santo envían a desyerbar las tumbas, limpiar los alrededores y a llevar flores y encender velas a sus antepasados.

Junto a esta tradición de rememorar a los ya fallecidos, subsiste otra vinculada a las creencias mágico religiosas populares: adorar al Barón del Cementerio, sincretizado con la imagen católica del profeta Elías, quien según los textos bíblicos “subió a los cielos en una carroza de fuego”.

Según la creencia popular el Barón del Cementerio es la primera persona en ser enterrada en un cementerio, si es hombre adquiere el título Barón y si es mujer Baronesa, en el caso del Cementerio Nacional de la Avenida Máximo Gómez, la que gobierna el cementerio es una mujer. Su tumba se encuentra a la entrada del lugar en donde está la cruz mayor y es el primer sitio al que acuden los fieles a saludar a la deidad que creen habita en ella. Este saludo se realiza dando fuertes palmadas a la tumba, algunos tiran centavos y otros realizan libaciones con vodka o ron.

Al Barón del Cementerio se le asocia con el color negro, su símbolo es la cruz y sus atributos se relacionan a los de un enterrador, es decir pala, pico y azada. Se cree que este luá como se denomina a los dioses que conforman las llamadas veintiuna divisiones del vudú dominicano, tiene grandes poderes, es muy milagroso y es invocado para la curación de enfermedades por hombres y mujeres para atraer el amor deseado.

Al Barón se le tributa de varias maneras, una de estas es a través de los llamados “responsos”, una serie de oraciones que son recitadas por un rezador quien a veces lo hace en un latín vulgarizado, estos rezos tienen diversos fines: conseguir el amor, la buena fortuna, dar gracias o simplemente pedir protección.

Otra manera de halagar a esta deidad es ofreciéndole la comida ritual, lo que se hace en la tumba que está en el centro del cementerio. La comida que se ofrece al Barón consiste en: moro de habichuelas negras, arenque, masita y batata, todo sin sal, porque él es un muerto y éstos no la comen.