¿Sabias Que…?

miércoles, 2 de mayo de 2012

PRIMICIAS ESPANOLAS DE LA CIUDAD DE SANTO DOMINGO
 Risoris Silvestre

Corría el 15 de abril del año 1502 en la Nueva Isabela, se divisan a lo lejos las 32 carabelas donde llega el nuevo gobernador, Nicolás de Ovando. Le acompañan un contingente de 2,500 hombres que vienen dispuestos a expandir el reino de España en las nuevas tierras descubiertas por Colón.  En este grupo llegan nobles, caballeros, hombres de armas, diestros artesanos, labradores, herreros, sastres, en fin toda clase de títulos y oficios con la firme voluntad de hacer fortuna rápida, para volver a su patria llenos de poder y gloria. Con ellos llegaron también 12 frailes franciscanos con la intención de expandir la doctrina cristiana entre los aborígenes y llega también el que fuera luego defensor de los nativos y cronista de Indias, Bartolomé de las Casas.
Los que salen a su encuentro, residentes hace ya varios años en el nuevo mundo, esperan vehementes, tanto las noticias de familiares y amigos como la comida, el vino, el pan, el aceite, todo es esperado y recibido con las ansias del ausente. Estos a su vez reciben los recién llegados con las buenas nuevas de haber encontrado el oro prometido.

El nuevo gobernador encuentra un poblado pobremente construido de madera y paja en la orilla oriental del río Ozama. Como primera misión se impone rehacer el poblado una vez reconocida la isla. Ovando considera la reconstrucción pero al otro lado de la rivera del río, teniendo en cuenta que todos los pueblos españoles se encontraban del lado de esa rivera y se hacia mucho mas fácil su comunicación para visitarlos. El agua potable fue quizás, el motivo mas importante, ya que el pozo de donde esta se extrae se encuentra también en la otra margen del río, siendo ilógico que este elemento tan vital tuviera que ser transportado continuamente en barcas, como dice Las Casas. Atendiendo la opinión de Oviedo, Ovando realiza el traslado con un interés político ya que la nueva ciudad seria de su fundación y con este nombre quedaría para la posteridad, como en realidad ha sucedido.

A dos meses de haber llegado, el 5 de agosto comienza el traslado de la ciudad, poco a poco se va despoblando el viejo asentamiento para ir construyéndose en la margen occidental. Se marcaron las calles a cordel y regla utilizando el modelo que los españoles habían empleado en la repoblación de las tierras reconquistadas a los árabes con cuatro calles paralelas al río en dirección norte sur, y cuatro calles perpendiculares en la dirección de la salida del sol. Este trazado con calles rectas y amplias, EL PRIMER TRAZADO EN DAMERO DE AMERICA se convierte en orgullo de los pobladores y asombro de los muchos visitantes, como lo atestiguan documentos escritos de la época. Oviedo describe la ciudad de la siguiente manera “…el asiento mucho mejor que el de Barcelona, porque las calles son tanto y mas llanas y mucho mas anchas y sin comparación mas derechas; porque como se haya fundado en nuestros tiempos…fue trazada con regla y compás y a una medida las calles todas en lo cual tienen muchas ventajas a todas las poblaciones que he visto”. [1]

Al gobierno de la ciudad y la cárcel pública, se le asignó un solar frente a la plaza mayor donde también  se dejó el solar para la iglesia. La Real Audiencia y la Casa de contratación se localizaron en otra plaza, cerca del embarcadero, creándose de esta manera dos polos importantes de gobierno, el civil y eclesiástico frente a la plaza mayor y el político frente a la plaza del puerto.  Los solares frente a la orilla del río y alrededor de la plaza fueron preferidos por los colonos más importantes, quienes comenzaron sus casas de piedra en seguida.
De esta manera se comienza a construir LA PRIMERA CAPITAL EUROPEA EN AMERICA iniciándose así una de las empresas urbanizadoras de mayor envergadura que se haya emprendido en la historia de la humanidad. Este trazado fue repetido en las fundaciones de las demás islas caribeñas y trasladada después a tierra firme donde se fue convirtiendo poco a poco en la traza completamente regular que tiene Lima, Perú.  Estas ciudades consolidaron la monarquía en las nuevas tierras y generaron los nuevos núcleos que serían luego las grandes ciudades americanas.

La búsqueda de oro era la actividad más importante de los colonos, impulsando la población a trasladarse por semanas hasta las minas de Haina, muchos de ellos enfermaron y otros dejaron sus vidas en estas, necesitando los servicios médicos. Son numerosos también los visitantes que necesitaban de la atención y cuidados médicos, así es que muy pronto la ciudad tiene la necesidad de un lugar para curar a los enfermos por lo que en un solar donde una piadosa mujer atendía a los pobres y los curaba según su posibilidad, ordenó Ovando construir EL PRIMER HOSPITAL ESPANOL EN AMERICA, el 29 de noviembre de 1503.  En principio no era más que una modesta construcción en mampostería, comenzando la fábrica del hospital, cuyas ruinas conocemos ahora, en 1533. Este acomodaba a 50 o 60 enfermos atendiendo anualmente alrededor de 700, entre los cuales se encontraba un gran numero de marineros y pasajeros de las armadas que tocaban el populoso puerto de Santo Domingo. Este hospital estuvo ofreciendo servicios a la colonia durante alrededor de 300 años, abandonándose y quedando en ruinas a principios del siglo XIX, para finalmente ser demolido en 1912.

En esta nueva ciudad los franciscanos fueron favorecidos con un solar en un altozano, fuera del trazado de la ciudad al lado norte. Desde lo alto los frailes podían apreciar la vista del mar Caribe, el puerto y toda la ciudad en plena labor de construcción cuyos muros de piedra y tapia subían metro a metro ante la infatigable labor de los maestros constructores. En esta colina se levanta EL PRIMER MONASTERIO ESPAÑOL EN AMERICA.
No es hasta 1508 que el monasterio se comienza en piedra con los aportes de Francisco de Garay quien quería asegurar el espacio de su tumba, costumbre medieval europea que se traslada a las nuevas tierras. Esta construcción es ampliada por el maestro Rodrigo de Liendo en 1544 construyendo la iglesia, la capilla de la tercera orden y el monasterio, según lo atestiguan las ruinas que han llegado hasta nosotros. Todavía podemos valorar la imponencia de la obra que ha pesar de no haber resistido el paso del tiempo se puede apreciar lo que fueran los espacios a través de restos de muro y arranques de bóvedas. Dos portones se conservan como testigos de la regia obra, la entrada al monasterio con el portón más antiguo donde se destaca el cordón plateresco y el portal renacentista de la iglesia construida en el siglo XVIII.

Desde sus inicios la ciudad es un centro de negocios, su posición estratégica la ha convertido en un punto de salida para las expediciones a Tierra Firme, en esta que se organiza el abastecimiento de las flotas y la administración de las nuevas tierras, lo que motiva la creación de la PRIMERA CASA DE CONTRATACION EN AMERICA en marzo de 1503. 

Para tener una mejor idea de la importancia del puerto de Santo Domingo en esa primera época de la colonia, citaremos al respecto a Erwin Walter Palm[2], “por lo tanto Ovando intento transformar la isla en estación obligatoria para todo descubrimiento futuro; efectivamente, ella viene a constituir el campo de fuerzas que irradia el Continente y a las islas circunvecinas de la Española: después de que ya habían tocado en ella de vuelta de sus exploraciones de Tierra Firme los Américo Vespucci, Pero Alonzo Nino, Vicente Yáñez Pinsón, Rodrigo de Bastidas, Juan de la Cosa y Juan Días de Solís, salen de sus puertos Alonso de Ojeda, Diego de Nicuesa, Vasco Núñez de Balboa, Fernández de Enciso, Pizarro y Pedro de Heredia, es decir, el núcleo de los conquistadores de Uraba y de Veragua, que luego llevaran el dominio español al Pacifico y al Perú; salen las primeras huestes aguerridas en Indias para prestar su ayuda a la empresa del Darién, salen Ponce de León hacia el levante, a Puerto Rico, y luego a Bimini, Juan de Esquivel a Jamaica, Diego de Ocampo, Diego Velázquez, Pánfilo Narváez a Cuba, en donde se organiza el descubrimiento de Yucatán, México y Guatemala por Francisco Hernández, Juan de Grijalba, Hernán Cortes y Pedro de Alvarado, desde Santo Domingo sale Gil González Dávila para buscar el estrecho que separa los océanos y, finalmente, para la conquista de Venezuela, sale la tropa de los Welser, con sus capitanes, los Alfinger, Federmann, Jorge de Spira y Philippvon Hutten (el Felipe de Utre de los cronistas españoles)”. Hechos que atestiguan que de Santo Domingo partieron LOS PRIMEROS CONQUISTADORES DE AMERICA.

Esta casa se comienza a edificar desde 1507 finalmente techada en 1544, con tres bóvedas corridas, construcción única en América y que fuera restaurada en 1972, mantenida como testigo de la importancia que tuvo la Ciudad de Santo Domingo en la conquista de América. 
La defensa de la ciudad es otra obra pública significativa que se comienza en esa primera etapa, los trabajos se inician en 1504 y se terminan en 1507 levantándose en esos tres años LA PRIMERA TORRE DEL HOMENAJE DE AMERICA para proteger la recién iniciada capital. Con sus más de 18 metros de altura se alza imponente en la entrada del río Ozama demostrando sus orígenes medievales en sus gruesos muros, almenas, aspilleras y garitas. Fue ampliada durante el siglo XVIII para adaptarla a los nuevos tiempos, ostentando orgullosa un portal dieciochesco que sustituyó las antiguas torres medievales de la entrada. Esta fortaleza, que nunca escuchó el fragor de una batalla, mantuvo su uso como recinto militar durante centurias lo que ha permitido que permanezca hasta nuestros días. Después de su restauración en la década de 1970 sus espacios se han dedicado a permitir el recorrido de visitantes.

Para 1509 llega a la colonia la representación directa del rey de España, el PRIMER VIRREY DE AMERICA, Don Diego Colón, hijo del gran Almirante. Con el virrey y su esposa Dona María de Toledo, segunda sobrina del Rey Católico, que vino acompañada de un numeroso grupo de damas, se establece una pequeña corte que consolida la sociedad colonial. El virrey escoge para construir su palacio un solar en las afueras de la ciudad con vista al río Ozama a la vera del embarcadero. Se comienza a edificar el PRIMER PALACIO VIRREYNAL EN AMERICA en 1511 destacándose de la arquitectura que realizaban los colonos, de fachadas sencillas sin adornos siguiendo la tradición medieval, por unas fachadas con una serie de arcos que descansando sobre columnas indicando influencias de los palacios campestres de España. En este palacio habitó la familia Colón durante toda su estadía en la colonia, quedando abandonado a su salida de la isla en el siglo XVIII, arruinándose finalmente. Este importante monumento fue restaurado en 1957 para ser destinado a museo recreando la vida familiar de la época donde apreciar el lujo palaciego de lo que fuera la corte durante la colonia. 

La sed de oro que movía a los colonos  los había llevado a someter a los nativos a tales maltratos que sacudía las almas más nobles que habitaban la colonia. A la queja de Las Casas se suma esta vez, desde el mismo pulpito de la iglesia católica, una dura reprimenda dirigida a todos los hombres importantes encomenderos de la colonia, convirtiéndose desde ese momento en el PRIMER CLAMOR POR LA JUSTICIA EN AMERICA. El dominico Fray Antón de Montesinos, en el sermón de adviento de 1511, se dirige a estos hombres para forzar sus conciencias repitiendo y preguntando con dura entonación, porque estaban sometiendo a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacificas? Estos no son hombres? No tienen almas racionales? Los matáis por sacar y adquirir oro cada día? Con estas y con otras palabras no menos duras pretendía Montesinos lograr la toma de conciencia de estas gentes, no consciente que en esos momentos la crueldad frente al nativo no llegaba ser mortificante, ni para los colonos ni para la monarquía, si esta estaba prevista en algún texto legal por lo que se detenían a buscar los textos bíblicos para justificar su actitud frente a la raza nativa. Desgraciadamente la moral siempre ha encontrado la forma de acomodarse a los intereses económicos y los maltratos continuaron hasta extinguir los nativos como grupo étnico en la isla Hispaniola.

Habían pasado ya 18 años del traslado de la capital y el palacio de gobierno o Casas Reales no comenzaba, previendo quizás la imponencia con que se quería realizar. Esta edificación alojaría la Real Audiencia, la Contaduría Real y el Palacio de los Gobernadores, quienes eran a la vez, Capitanes Generales de la Isla Española. Se concentraban en ese momento en la misma persona las funciones judiciales, militares y de gobierno. Este palacio con su multiplicidad de funciones se comienza en 1520 edificando así la PRIMERA CASAS REALES DE AMERICA.

La edificación se ha mantenido siempre alojando importantes oficinas de la administración pública de los distintos regímenes políticos en el país. Durante la ocupación francesa, entre 1801 y 1809, fue intervenida por el General Ferrand, remodelando su fisonomía externa introduciendo la rigidez renacentista por primera vez en la ciudad, variando el ritmo de sus huecos y agregándole un balcón corrido en la esquina de la calle Mercedes, siendo la primera vez que se modifica la arquitectura colonial española. Esta novedad en la arquitectura es luego copiada en las residencias particulares, remozando la fisonomía de las antiguas viviendas coloniales. Por su uso constante nueva vez a principios del siglo XX la edificación necesita ser intervenida, esta vez por el estado dominicano, introduciendo en su fachada las corrientes neoclásicas que imperaban en el momento. Finalmente durante la década de 1970 fue devuelto a su aspecto original del siglo XVI, reconstruyendo su portal plateresco y respetando la cornisa que había sido agregada a principios del siglo por considerarla de gran valor estético. En ese momento la edificación se adecuó para albergar un interesante museo que muestra la historia completa de la colonia.

A pesar del fervor religioso de los colonos, ya habían pasado 21 años de comenzada la capital cuando por fin se da inicio a la construcción de su iglesia mayor. En el solar que fuera destinado para alojarla, todavía permanecía la edificación que fuera construida de madera y paja provisionalmente, donde no cabía ni la mitad de la población.

Muchos habían sido los ruegos del obispo de la ciudad en orden de conseguir los fondos para su construcción aunque todos en vano. Es el segundo obispo designado Alejandro Geraldini que llegó a la colonia en 1519, quien pudo por fin reunir fondos para empezar una edificación digna. Palm recoge un fragmento de la carta que enviara el obispo al papa León X donde expresa las diferentes formas de obtener los anhelados fondos”….para pedir jubileos, indulgencias, reliquias y bulas de composición en beneficio de la fabrica que absolvieran a los colonos de los crímenes cometidos contra los indios.[3] Señalando nueva vez la conducta de los encomenderos que no había cambiado a pesar de las denuncias de Montesinos años atrás, conducta en contra de los preceptos de la iglesia pero que si se podía utilizar para producir fondos a favor de la construcción de la iglesia.

La primera piedra es colocada el 25 de marzo de 1521, aunque las obras definitivas no comenzaron hasta 1523. Finalmente para 1535 se puede oficiar en ella, consagrando LA PRIMERA CATEDRAL DE AMERICA el 12 de febrero de 1546.

Esta se construye con tres naves y bóvedas de crucería sobre nervaduras apoyadas en gruesos contrafuertes, ya que el conocimiento del clima tropical, donde azotan periódicamente los huracanes y temblores de tierra, además de la escasa mano de obra que trabajara la piedra, no permite la utilización de los arbotantes obligando a construirla mucho mas baja que las coetáneas en Europa. Esta catedral se distingue por su mezcla de bóvedas góticas con estructura románica, artificio que le ha permitido resistir imponente durante 500 años los embates del clima. En su interior se distinguen hermosas tallas en sus muros, perlas isabelinas y tracerías, elaboradas por expertos maestros convirtiendo su interior en un incalculable conjunto de obras de arte. Diferentes tipos de bóvedas techan las naves laterales demostrando las pericias de los albañiles en las diferentes épocas que fueron construidas. Todos los detalles artísticos que se encuentran en el interior, junto al portal norte de estilo gótico y el imponente portal plateresco del oeste convierten este templo en uno de los más interesantes de América, por la riqueza arquitectónica y  artística conque fue concebida.

Santo Domingo, capital de la Republica Dominicana, ciudad de primicias, es un  eslabón importante en la historia de la conquista de América. En esta permanecen numerosos edificios como testigos importantes que demuestran su papel pionero en el nuevo mundo, en un conjunto que ha permitido a la ciudad a ser declarada Patrimonio de la Humanidad, merecido reconocimiento otorgado por la UNESCO en 1990, por su importante papel en la conquista de América. Pero así como tenemos testigos de las primicias arquitectónicas debemos reconocer que en el diario acontecer pudieron haber innúmeras primicias anónimas que no trascendieron ni mucho menos fueron documentadas. Cuantos negocios se harían por primera vez en esta capital, cuantas semillas se trajeron al nuevo mundo entrando por su puerto por primera vez, cuantas mercancías se estrenaron por primera vez por sus pobladores. Acontecimientos sin trascendencia histórica son los que han mantenido la ciudad viva por 500 años contribuyendo a su preservación, a pesar de la gran expansión que ha experimentado en la última centuria, después de haber demolido su cerco militar medieval. Este latir constante de sus habitantes, herederos de glorias pasadas, ha permitido que estemos celebrando en estos momentos, SANTO DOMINGO CAPITAL AMERICANA DE LA CULTURA 2010.

BIBLIOGRAFIA
Ugarte, Maria. MONUMENTOS COLONIALES. Museo de Casas Reales1978
Walter Palm, Erwin. LOS MONMENTOS ARQUITECTONICOS DE LA ESPANOLA. Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Inc. Santo Domingo Rep. Dom. 2002.
Tolentino Dipp, Hugo. RAZA E HISTORIA EN SANTO DOMINGO. Fundación Cultural Dominicana. Santo Domingo. Rep. Dom. 1992
Fray Bartolomé de las Casas. HISTORIA DE LA INDIAS I, II, III. Ediciones Continente S. A. V Centenario del Descubrimiento de América. 1985


[1] Citado por: Walter Palm, Erwin. LOS MONMENTOS ARQUITECTONICOS DE LA ESPANOLA. Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Inc. Santo Domingo Rep. Dom. 2002. Pág. 61
[2] Walter Palm, Erwin. 2002 Pag. 85
[3] Walter Palm, Erwin. 2002. Pág. 30

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