LA ORALIDAD EN EL FOLKLORE DE LA CIENAGA DE BARAHONA

lunes, 5 de abril de 2010

Soraya Aracena

Descripción de la comunidad de la Cienaga

El Municipio de la Ciénaga, pertenece a la provincia sur de Barahona, una de las más prósperas del país, con más de 30,000 habitantes, distribuidos en los barrios los Haitises, Fudeco, el Aguacatico, y Barrio Nuevo, este último construido por el ex presidente Joaquín Balaguer.

Sus habitantes viven de la agricultura, la pesca, el trabajo en las minas de larimar, algunos son “motoconchistas”, riferos, otros tiene puestos de frituras o venden frente a sus casas algunos productos de los cosechados en sus conucos como, el ñame y la yautía. Otros se dedican a la pesca para la que usan varios métodos, como la tarayas y las nasas. Uno se sus productos agrícolas de mayor demanda es el café.

Las Tradiciones Orales en la Cienaga

Como parte de las características del folklore local, se destacan las tradiciones orales, las que a la vez que exponen la creatividad del pueblo, contribuyen a la supervivencia de las expresiones materiales y espirituales.

De esta oralidad, sobresalen los cuentos, refranes, adivinanzas y algunas leyendas que han sido transmitidas de generación en generación dentro del seno familiar, y adoptadas por las comunidades. En este lugar encontramos las historias relacionadas con las brujas chupadoras de sangre, así como algunas relativas a las fases de la luna y agricultura y a la existencia de los llamados bacases.

Sobre las brujas que de noche llegan hasta las casas en donde hay niños pequeños, existen una infinidad de versiones, como nos expresara una lugareña: "La mata de los cuentos de brujas esta aquí" para referirse a la cantidad de estas historias que allí se cuentan.

Como ejemplo podemos citar a la señora Eneria Cuevas, una de nuestras informantes que nos cuenta: “Antes para evitar las chupadas de bruja uno iba a los bateyes 8 y 9, y allí estaban las personas que curaban, le ponían a los niños una fundita de tela, con algo dentro que preparaba una persona curiosa o curandera. En ese tiempo si nacían veinte niños, se salvaban 5. Todo el día se hacía un velorio. A los siete días de nacidos, a los niños le daba un ataque y morían .Los brujos no le hacían daño a todo el mundo, era a quien ellos querían.”

Otro de los cuentos dice que: “Para que las brujas no se chupen a los niños le hacían un resguardo con ruda y se colocaba en la casa una cruz de piñón para que las brujas no entren a las casas”. Otra manera de evitar que se llevaran a los niños era “ poniendo escobas al revés y sal debajo de las sillas para que cuando la bruja se siente pierda su poder"

De la oralidad de la Cienaga, escuchamos decenas de relatos alusivos al Bacá, del que se dice es un pájaro que come gente y tiene la capacidad de transformar a un individuo en cualquier animal, generalmente es usado con la finalidad de obtener bienes económicos con su ayuda.

Doña Eneria Cuevas Ferreras, nos contó que: “Antes existían bacases que acababan con los animales; se comían las gallinas y les sacaban los ojos a los perros. La persona que tenía un Baca hacía daño con él a los demás”.

Nos cuenta que en algunas ocasiones los bacases no dejan dormir a nadie, “yo tengo una niña que nació en 1963, cuando la niña tenía dos años, estaba durmiendo y como a las 2 de la mañana me despertó bañada en sangre. Llamé a mi hermana y empezamos a buscar en el cuerpo de la niña y descubrimos una señal de herida en un dedo de la mano. Mi hermana baño la niña con orines. Al otro día, todo el mundo dijo que era una picada de ciempiés o una mordida de ratón. Tres días más tarde, a la misma hora, el grito de la niña de nuevo y con la picada en el mismo dedo. Entonces una doña, muy amiga mía, me dijo que debíamos llevarla a un lugar para que me digan de dónde viene esa sangre.

Entonces fuimos al Batey 9 y el adivino haitiano nos dijo lo que pasaba. Me dijo que yo era una salvaje que si no venía donde él la niña iba a morir. Me dijo que quien estaba haciéndole daño a la niña era un hombre familiar que quería adelantar lo de él y atrasar lo mío, que era un Bacá que sacaba sangre. El brujo me preparó una botella con muchas hojas y me dijo que cuando llegara a mi casa pusiera la botella destapada detrás de la puerta. Me dijo también que no podía dormir en la casa, porque como el Bacá no va a poder entrar, le va a caerle a pedradas a la casa. Esa noche como la botella estaba en la casa, se fue y no volvió jamás.”

Como habíamos mencionado, junto a las historias de brujas chupadoras, existen las creencias asociadas a la agricultura y las fases de la luna, así como las que tienen que ver con la pesca y fases de la luna, de las que a continuación mencionaremos algunas.

"Durante la luna nueva no se puede talar porque los productos se pudren, para sembrar hay que esperar que la luna este llena”.

“Cuando la luna está en el mar está llena y es propicia para sembrar ñame, batata y yautía, porque los víveres se dan de buen tamaño”.

“Las matas que se siembran en luna llena duran muchos años”

“La mejor fase de la luna para el café y los víveres es la menguante”.

“El primer martes de luna nueva los agricultores de la Cienaga no siembran”.

“La luna llena no sirve para los pescadores que pescan en la noche. Cuando la luna esta clara, la carnada no sube.

“En luna nueva el pescado come poco porque tiene la boca blandita “.

Hasta aquí hemos apreciado algunas de las tradiciones orales que resguardan los lugareños de la Cienaga y que también se encuentran dispersas por otras áreas del país, con sus variantes. Todavía tenemos mucho por investigar y compilar, para darlas a conocer, como lo que son, importantes expresiones de lo que es acervo cultural del pueblo dominicano.

0 comentarios:

Publicar un comentario