Editorial

viernes, 1 de enero de 2010

BLOG CENTRO DE INVENTARIO DE BIENES CULTURALES

(Enero) Año 1 No. 4

Editorial

Al iniciar el año nos proponemos una serie de metas con la esperanza de cumplir la mayoría de ellas. En estos momentos de crisis económica mundial el Centro de Inventario recurre a la magia de la imaginación y el empeño y la buena voluntad de sus servidores para realizar nuestro objetivo del año. El corto número de actividades planificadas serán contundentes en la preservación del patrimonio inmueble de la nación. Con muy pocos recursos estaremos realizando el inventario de los inmuebles y sitios históricos que merecen ser declarados Patrimonio Nacional para, al finalizar el año, poder completar la ley de protección de los sitios declarados. Es una pequeña acción pero grande en beneficio de la preservación de los valores inmuebles históricos que se pierden continuamente ante la ignorancia de los usuarios que no poseen documentos que avalen su importancia histórica y preserven su integridad física. Esperamos poder contar con el apoyo de las personas que poseen bienes culturales o simplemente que conozcan algún bien cultural inmueble, nos informe de su ubicación para poder incluirlo en la lista que estaremos conformando. De esta manera contribuiremos a preservar el patrimonio que sustenta nuestra identidad como dominicanos.

Duarte nacionalista

Duarte nacionalista

El 26 de enero se conmemora el nacimiento del prócer dominicano Juan Pablo Duarte. Si partimos de la obra virtuosa que realizó en su agitada existencia, podemos decir que actuó como un auténtico agente de cambio, un revolucionario. Sus virtudes ciudadanas obligan a tomarlo como guía para el progreso y avance social, político, económico y cultural de la Nación. Aquellas ideas decisivas, impregnadas de luces, contribuyeron a establecer las bases para un estado de conciencia ciudadana hacia la emancipación de lo que sería luego República Dominicana. ”Nuestra Patria ha de ser libre e independiente de toda potencia extranjera, o se hunde la isla” (Duran, Vetilio A. IDEARIO DE DUARTE. Instituto Duartiano. Santo Domingo, 1998. Pág.22) palabras que demuestran los arraigados ideales de este joven dominicano.

Aquél adolescente coexistió en medio de dos sucesos notables, que cambiaron el curso de su existencia para siempre: la proclamación de la Independencia Efímera, anunciada por José Núñez de Cáceres, burócrata colonialista, y la dominación haitiana que instauró Jean Pierre Boyer desde 1822, hechos imborrables que le impactaron para toda su vida.

El futuro Padre de la Patria, se vio compelido a salir del país para continuar su preparación académica y buscar nuevos conocimientos, pues el único centro de enseñanza superior que operaba en esos momentos fue clausurado por el gobierno interventor, debido a los problemas políticos del momento. Aprovechando la oportunidad que las circunstancias le brindaban, partió hacia a los Estados Unidos y luego a Europa vivenciando todo el panorama y la conmoción que existían en esos instantes con la caída de la monarquía y el surgimiento de las ideas liberales que se esparcían con la Revolución Francesa. Los años de estadía en el exterior en los distintos escenarios políticos e ideológicos, templaron como el acero su espíritu de lucha e influyeron en su cosmovisión del mundo.

Fue el ideólogo y fundador de la sociedad “Secreta La Trinitaria” en 1838, agrupación que fundó con el objetivo de denunciar y sensibilizar al pueblo dominicano sobre los aciagos días en que se desenvolvía la nación, tratando de despertar en las masas un espíritu de lucha contra la opresión y avasallamiento que mantenía la dominación haitiana.

Duarte llevó siempre en su sangre redentora el germen de la dominicanidad, no desmayó hasta ver su pueblo libre y soberano de toda potencia extranjera. Luchó y vivió hasta ver consumado su anhelado proyecto de constituir la nacionalidad de todo un pueblo. Este prócer dominicano merece ser estudiado a profundidad para ilustrar las facetas individuales como: político, filósofo, moralista, civilita, poeta, patriota y militar.

Revivir la imagen y el pensamiento de una de las personalidades más ilustres de la República Dominicana, será eternamente una labor espinosa y absorbente para cualquier estudioso de la vida y obra Duartiana, por los diversos matices en que transcurrió su existencia. Escribir sobre el fundador de la nacionalidad dominicana, es y será una labor permanente, debido a su descomunal obra a favor de los mejores intereses de la dominicanidad.

Juan Pablo Duarte, él más insigne, solidario, justo y esclarecido de los dominicanos de ayer y de hoy, sé colocó a la altura de su tiempo, jugó su rol como figura ilustre de la sociedad y del movimiento emancipador. La República Dominicana que soñó como proyecto Nacional hay que concluirla, su obra no ha terminado, los valores intrínsecos que inculcó al pueblo siguen vigentes. Duarte es un modelo de probidad, imitemos su ejemplo, su accionar de vida, hoy, mañana y siempre. Cuando la Patria necesitó de sus portentosos hijos, ahí estaba él, como un coloso impertérrito, dispuesto a entregar su vida por la tierra que le vio nacer. Este paladín de la Libertad expiró el 16 de julio de 1876, en Venezuela.

La Creencia de la Aparición de la Virgen de la Altagracia en la comunidad del Hoyoncito de Hato Mayor

La Creencia de la Aparición de la Virgen de la Altagracia en la comunidad del Hoyoncito de Hato Mayor.

Por Soraya Aracena

La leyenda que ha circulado de forma oral sobre la aparición de la Virgen de la Altagracia en la comunidad de Hoyoncito en Hato Mayor, se inició hace muchos años, cuando todavía se viajaba a caballo. Refiere esta leyenda, contada por Doña Digna Laureano: “Un señor llamado José que vivía en Higuey con tres hijas, les preguntó que querían les trajera de un viaje que planeaba realizar a la capital. Las niñas pedían cosas propias de su edad, pero la más pequeña lo sorprendió con su pedido, ella quería La Virgen de la Altagracia. “Yo nunca he oído hablar de eso”, le respondió el padre, a lo que ella contestó “es la mamá de Jesucristo”. Seguía el padre sin entender y la niña aclaró “ella tiene un hombre al lado y un niño en las piernas”, argumentó la hija.


Doña Digna en el altar de la Virgen

El padre, en su afán de complacer a la niña, preguntaba a todos en su viaje por la imagen requerida sin encontrar respuesta, nadie había visto nada parecido.

Para esos tiempos, según rememora doña Digna Laureano,”los viajantes pedían posada para pasar la noche en los caminos por lo que el padre de la niña llegó hasta un ranchito abandonado en cuyo patio había una mata de naranjas. Minutos después de llegar hasta ese lugar, el hombre escuchó que le llamaban, sorprendiéndose porque nadie en el lugar lo conocía salió de la choza encontrándose con un joven que le dijo “Vengo a traerle la Virgen de la Altagracia”. El padre al verla se cercioró de que la imagen era igual a la descrita por la niña. Al preguntar el precio, el joven le dijo que vendría luego a buscar el dinero y se fue para no regresar.

Al llegar a su casa la niña corrió a preguntar “¿Me trajo la Virgen de la Altagracia?” Al ver el cuado la niña lo tomó y se fue corriendo a colgarla en un árbol de naranjas en cuyo lugar levantaron luego una iglesia

Doña Digna mostrando bandera a la virgen La Altagracia

( Sección Los Guajabos, Hato Mayor

Debido a la creencia que existe sobre la aparición de la Virgen de la Altagracia en la comunidad del Hoyoncito,” este poblado fue declarado “Posada de la Virgen de la Altagracia”, mediante la ordenanza municipal número 92 del 13 de septiembre de 1935 por instancia del Arzobispo doctor Adolfo Alejandro Nouel. El arzobispo tenia la idea de levantar un monumento para perpetuar el feliz hallazgo de nuestra milagrosa Virgen de la Altagracia”[1]. Este deseo todavía no se ha hecho realidad. Cada año, el día 20 de enero, víspera de la fecha en que el santoral católico celebra la festividad de la Virgen de la Altagracia, considerada por el pueblo dominicano como su patrona, se celebra una misa en honor a la virgen.

La actividad es auspiciada por los lugareños de este poblado, (uno de los más humildes de Hato Mayor) y la iglesia católica, a la misma acude gran cantidad de fieles que llegan de diferentes lugares a partir de las 10 de la mañana. Entre los asistentes a esta misa se encuentran altos dignatarios de la iglesia católica, como el obispo de San Pedro de Macorís, Francisco Osorio. También acuden los comisarios del Santo Cristo de los Milagros.

Sacerdote oficiando la misa en honor a la virgen de la Altagracia en la comunidad del Hoyoncito de Hato Mayor

La misa es oficiada en el patio, donde según la leyenda se encuentra el árbol de naranjas donde se encontraba la Virgen y al lado de la capilla a San Isidro Labrador. Dicha festividad “oficial “en Hoyoncito, solamente tiene cinco años, según Amado Laureano.



[1] Sosa Jimenez, Manuel Antonio . Hato Mayor del Rey. Págs: 20,21. 1993.

LA VIRGEN DE LA ALTAGRACIA Y LOS DOMINICANOS


Recorrido Cultural

LA VIRGEN DE LA ALTAGRACIA Y LOS DOMINICANOS

Risoris Silvestre/Soraya Aracena/Luis Pereyra

El entusiasmo religioso en los pueblos de América, llegó desde los albores del descubrimiento. La pasión por el culto a la Virgen de la Altagracia fue hincado con los hermanos Antonio y Alonso Trejos en 1514, asentados en la Villa de Salvaleón de Higuey quienes según la historia, trajeron de España una imagen de la Virgen de la Altagracia[1]

De acuerdo a la leyenda la imagen de la Virgen de la Altagracia le fue dada por un anciano, de manera casi milagrosa, a un padre para su hija, que le había pedido se la trajera de la Capital. La Imagen desapareció de la casa y se apareció en un naranjo. La retornaron a la casa, repitiéndose este hecho varias veces, motivando la construcción de un templo en piedra en 1572 donde fue trasladada. Este templo llamado San Dionisio, actualmente se le nombra Santuario Antiguo, fue construido en mampostería por el canónigo don Alonso de Peña y el mayordomo don Simón Bolívar, emparentado con el Libertador de América del Sur.

Recientemente el fervor religioso del pueblo dominicano por la Virgen de la Altagracia y ante la afluencia de personas cada 21 de enero[2] a celebrar la festividad mariana, motivó al Estado Dominicano a construir una imponente obra de arquitectura, La Basílica de la Altagracia que fue inaugurada en 1971 y consagrada en 1972.

Esta fecha está dedicada a la devoción Altagraciana en casi todo el país, centrándose las festividades más importantes en Higuey, en torno a ambos santuarios. El culto mariano se inicia en la Basílica, nueve días antes del 21 de enero, con misas y otras actividades religiosas.

Durante la solemnidad mística desfilan para besar la Santa Imagen y ofrecer sus promesas alrededor de seiscientas mil personas quienes se postran de hinojos ante el cuadro venerado de la Milagrosa Virgen. Los devotos se desplazan de varias maneras, algunos a pie, sin zapatos, venciendo el duro asfalto, otros arrodillados o vestidos de blanco como promesa a la Virgen, por haberle concedido una “gracia” o favor, muchos a llevarle sus exvotos. En los alrededores de la iglesia los peregrinos duermen en el asfalto, durante los nueve días de culto, como parte de las promesas.

Otra de las tradiciones, producto del sincretismo que caracteriza la religión popular, son los palos o atabales, heredados de los antiguos africanos que se tocan en las afueras de la iglesia para honrar la Virgen. Fuera del templo religioso, se venden toda clase de objetos alegóricos al culto como velas y estampas. Cada 21 de enero asiste a los festejos religiosos Altagracianos el Presidente de la República.

Otros atractivos

Como atractivo gastronomico en la región puede encontrar, en los alrededores de la Basílica, el tradicional dulce de leche. Si se llega a la Otra Banda, poblado cercano a Higuey, disfrutará de una variedad de dulces como: Dulce de coco nuevo, chicharrón de leche y buñuelos.

Para disfrutar de todos los atractivos culturales de la región, en su camino a Higuey, desviándose hacia Boca de Yuma, a 8 kilómetros, en el poblado de San Rafael del Yuma puede visitar el Museo Casa fuerte Juan Ponce de León. Este museo está ubicado en la casa de Juan Ponce de León, conquistador de Puerto Rico y descubridor de Florida. Posee piezas relacionadas con la vida de este importante personaje que llegó a la isla junto a Ovando y fue encomendado de la conquista de Puerto Rico en 1508

Religiosidad Popular: Villa Mella

La comunidad de “Mata los Indios”, pertenece al poblado de Villa Mella y enclave de la Cofradía de los Congos del Espíritu Santo, declarada por la UNESCO en el 2002, como Patrimonio Intangible de la Humanidad. Los veintiuno de enero de cada año, se realizan una serie de actividades incluyendo la parte religiosa y festiva en honor a la Patrona del pueblo dominicano.

Como en otras localidades del país la celebración es antecedida por un novenario, en el que cada noche las mujeres, hermanadas por la Virgen, rezan y cantan las salves, atabales y palos, algunos con temas religiosos y otros sobre los problemas cotidianos de la comunidad.

Los cofrades colocan en el patio de una de las casas cercanas a la capilla una enramada, en la que interpretan y bailan sus congos acompañados por jóvenes, niños y adultos. Los preparativos para la fiesta se inician desde la mañana con una procesión en la que desfilan por la comunidad adultos y niños vestidos como reyes y reinas portando santos y banderas, rememorando sin proponérselo, las antiguas cofradías o asociaciones que tuvieron su origen en la ciudad de Sevilla, España.

Los organizadores de la fiesta preparan, en una rustica cocina, la comida que repartirán a los presentes la que identifica el lugar: arroz cocido a la leña y hervido en leche de coco, acompañado de un pedazo de carne de cerdo. Dicha fiesta termina a las seis de la tarde, hora en que retornan a sus casas con la satisfacción de haber cumplido con la Virgen.

Las Salves dominicanas son expresiones musicales y cantos semisagrados, originados de la ceremonia tradicional cristiana, las cuales han sido alegradas o criollizadas, en su armonía singular, por la cadencia de los instrumentos. Las técnicas del canto y el contenido, proporcionan una particularidad español-europea y otras de evocaciones africanas. Las Salves tienen un espacio muy pomposo, en ocasiones se bailan y son ejecutadas con balsié (tambor pequeño de un solo parche), tambora tradicional (dos parches), panderos y guiros.

Los atabales y palos son expresiones melodiosas y danzantes semisagradas y de júbilo, con ritmos, instrumentos y técnicas vocales de origen africanos, cuya base cardinal son tambores básicamente congo-dahomeyanos, de un solo parche, que se tocan con ambas manos y se acompañan de guiro (de metal), palitos y maracas, casi siempre en grupo de tres, que reciben en casi todos los lugares el nombre palo mayor, alcaguete y adulón, por parte de los músicos populares.

Devoción Provinciana

Por otra parte, debemos consignar que otros pueblos también son devotos de las festividades a la Virgen de la Altagracia. Las novenas culminan con misas, rezos, cantos, peticiones y aclamaciones, entre salves y atabales. La Virgen de la Altagracia es patrona además de: La Victoria (Distrito Nacional), Villa Altagracia (provincia San Cristóbal), Arroyo Hondo (Baní), Hostos (Provincia Duarte), San José de Ocoa, Río Arriba, La Montería y Nizao (provincia Peravia), Nagua y Cabrera (Provincia María Trinidad Sánchez), Las Yayas (Provincia Azua), Castañuelas (Provincia Montecristi) la ciudad de Pedernales, Loma de Cabrera (Provincia Dajabón), Monte Plata, Paraíso (Provincia Bahoruco) Acosta (provincia Samaná). En Santo Domingo, en la Iglesia la Altagracia, ubicada en la Ciudad Colonial, también se celebra el novenario de la Virgen.

Comunidad de El Barro

Saliendo de Azua hacia Padre Las Casas, a 15 Km. se encuentra la comunidad del El Barro, una empobrecida zona donde se venera la Virgen de la Altagracia en una pequeña iglesia. En tres altares populares se encuentran imágenes de la Virgen adornadas con collares y flores donde la comunidad ofrece sus cultos y reciben calurosamente a los visitantes del lugar.

Caminos Dedicados a la Virgen de la Altagracia

Los peregrinajes a lugares donde se reverencian imágenes a las que se atribuyen poderes milagrosos, ha sido la forma más antigua de hacer excursión.

Los altares a la Virgen de la Altagracia abundan en las carreteras dominicanas como demostración a la devoción a la Virgen de la Altagracia. Estos se encuentran en lugares donde, según las leyendas orales, la Virgen a realizado milagros. Por lo común la imagen aparece resguarda entre una pequeña estructura de cemento. Allí concurren cientos devotos Altagracianos para encender velas, realizar rezos y pedir nuevos favores. Uno de los más visitados es el que conduce hacia el municipio de Jarabacoa, donde se construyó un altar dedicado a la Virgen de la Altagracia, en el lugar que los lugareños han escogido para vender arepas de maíz.

En el punto más alto de la carretera hacia Constanza se levanta un altar dedicado a La Virgen de la Altagracia diseñado por Thimo Pimentel destacado ceramista dominicano. Desde este punto, que ofrece un amplio parqueo, se puede apreciar la hermosa vista del paisaje de montaña que caracteriza la región.

Novedades Bibliográficas:

Pichardo Cruz, Daniel Nicanor.

Perfiles Biográficos de Juan Pablo Duarte y Diez / Instituto Duartiano.

120p., il

923.2

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Guerrero, Mirna.

El Palacio de Bellas Artes 1956-2008 / Mirna Guerrero. -- Santo Domingo: RD; Amigo del Hogar, 2008.

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G934p

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Gómez de Chaves, María Isabel, (et. al).

Bienes Culturales Muebles. Manual para Inventario / María Isabel Gómez de Chaves (et al.): Colombia ; Escala, 1991.

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G633b

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Coloquios 2009 / José G Guerrero. -- Santo Domingo: RD; Nacional, 2009.

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Literatura Dominicana / Ensayos

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Ortega, Elpidio José.

Ensayo Histórico y Arquitectónico de la Ciudad de Montecristi. / Elpidio José Ortega. -- Santo Domingo: RD; Impreso Taller, 1987.

436p.

972.93523

O77e

Audiovisuales

TITULO (100): Plan de contingencia San Pedro de Macorís

CIUDAD (300): San Pedro de Macorís

NUMERO DE REGISTRO (950): CD-09-210

ENTRADA PRINCIPAL (90): Museo Casa de Tostado

TITULO (100): Inventario Casa de la Familia

NUMERO DE REGISTRO (950): CD-09-209

ENTRADA PRINCIPAL (90): Indrhi- Geomática

TITULO (100): Fotos Aéreas Centro Histórico RD 2/3 3/3

NUMERO DE REGISTRO (950): CD-08-195

ENTRADA PRINCIPAL (90): Paula, Paola, Gutiérrez, Nelly, Vargas, Carmen

TITULO (100): Las Murallas de Santo Domingo

NUMERO DE REGISTRO (950): CD-08-182

ENTRADA PRINCIPAL (90): Puerto Plata Centro Histórico

TITULO (100): Inmuebles deteriorados

NUMERO DE REGISTRO (950): CD-07-175

Para recordar

1- Jornada Mundial de la paz

Día de Año Nuevo

2- Fundación del Parque Zoológico Nacional

3- Galería de Museo de Arte Moderno

6- Día de Reyes

7- Día del Poder Judicial

Natalicio de Domingo Moreno Jiménez

10- San Antonio Abad

11- Natalicio de Eugenio María de Hostos

13- Día Nacional de Alfabetización

17- Creación de CENTROMIDA

21- Día de Nuestra Señora de la Altagracia

25- Día del Servidor Público

26- Día de Juan Pablo Duarte

30- Día de la no Violencia

31- Día Nacional de la Juventud


[1] Esta pintura fue elaborada posiblemente en Sevilla entre los siglos XV y XVI. Es una tela española tipo “belén” con influjo flamenco que se constituyó en el primer “nacimiento” dominicano.

[2] La fecha del 21 de enero fue escogida para celebrar el culto mariano después que en esa fecha del año 1691, en una batalla en la Sabana Real, del Limonal, (cerca de la ciudad de El Cabo, hoy Cabo Haitiano) entre soldados dominico-españoles y franceses, luchando por expulsar los franceses del territorio de la colonia española, higueyanos y seibanos, invocaron la protección de la Virgen de Nuestra Señora de la Altagracia consiguiendo la victoria. Se declaró esa fecha como Día de Acción de Gracias a la Virgen y desde entonces cada 21 de enero el pueblo dominicano celebra el Día de la Altagracia.